2008-02-21

Mamá... soy bulímico y acabo de salir del baño

Frío... otra vez ese maldito frío recorre mi casi inexistente y frágil cuerpo, esa estúpida sensación de vacío atraviesa mi ulcerado tracto digestivo indicandome ke ya no keda nada más por expulsar, sin embargo no puedo digerir verdades a medias y lo vuelvo a intentar. De mi boca seca ya no sale más ke saliva y sonidos como de estrangulación, toso, jalo más aire y vuelvo a toser. Nada, mi estómago está tan exhausto ke ya no tiene la fuerza necesaria para sacar los recursos de mi cavidad estomacal, pero yo sigo ahí, sentado... mis 64, bueno, mis 63.5 kgs abrazan el depósito donde están ahora los otros kilos recien despojados. Allí están los 365 kcal ke recien acababan de ingresar a mi patético y espeluznante ser. Los observo, admiro como algo tan pekeño puede ayudar y al mismo tiempo lastimar a mi preciado cuerpo ke por poco termino maldiciendolo.

A lo lejos escucho algunos murmuros, pisadas ke cada vez se van haciendo más fuertes, escucho como una voz ke reconozco desde hace 17 años pregunta por mí. Sabe ke algo sucede pero no sabe ke es realmente, sabe ke algo anda mal en mí pero tiene miedo a preguntar, tiene miedo de saber la sucia realidad. Intentando levantar mi ligera humanidad expiró los primeros alientos en formas de palabras ke puedo expresar y contesto ke si, ke solamente estaba buscando algo debajo de mi mueble de baño. Lentamente me voy incorporando, levanto muy suavemente mi cabeza y observo a un ser askeroso enfrente de mí y ke además se comporta como un niño, ya ke imita todos mis movimientos y gestos solo ke a él se les ve toscos, horribles... así ke me doy la vuelta y le enseño mi espalda, puede admirarla hasta ke se canse y se vaya. Giro la perilla de la puerta, la abro y atravieso el fino marco de madera ke la sostiene, como todos los días desde hace 10 meses.

2 comentarios:

Alejandro Vargas dijo...

fuerte, me gusta la narrativa que das y la descripción de alguien tirado en el baño cantando oaxaca y como preguntar algo obvio es una terquedad.

Jos Velasco dijo...

Si debe de ser cabrón vivir en un pedo de bulimia, yo ahorita siento que no puedo controlar lo que como, pero poco a poco lo lograré!. jaja