2008-09-13

Sucedáneos

Caminaba un día por una franja asfaltada de la ciudad pensando en el escepticismo, cuando topé de frente con un extraordinario edificio. Estaba plasmado, estático; mi ser embelezó por tal edificación: su diseño, su arquitectura, su tecnología. Todo en él me persuadía para admirarlo y su presencia era más que notoria. La frágil comunidad de edificios aledaños se veían denigrantes en comparación a tal coloso hecho de metal, vidrio y cemento. Ellos pronto sabrían que próximamente cada uno de ellos sería sucedáneo por aquellos gigantes modernos. Sentían que ese edificio había actuado con alevosía, pero pensaban que no había a nadie a quien expiar. Coligieron estar en una época crucial para el modus vivendi de los hombres. Así que Queróstenes, un edificio enjunto de tiempo atrás, comenzó con una inducción para ir separando los metales del cemento sin dolor alguno y, así, empezar con los escombres, facilitar la transición y aceptar el duro final.

No hay comentarios.: