Yorick y el puritano arisco

Hubo una vez, en un tiempo no muy lejano, un puritano arisco que solía mirar cardúmenes de salmón todos los días por la mañana. El había escuchado (de lenguas de doble filo) ke los salmones en grandes cantidades eran de mala suerte, asi ke había decidido erradicarlos ;encontró un cayado, le amarró un hilo, exhumó algunas lombrices y las puso como accesorios en la recién creada caña de pescar, cuya estructura no era gloriosa ni magnífica pero sí funcional.

El puritano cogió un invertebrado, lo ató al hilo con firmeza, agitó el cayado en vaivén y se dispuso a esperar. Mientras el puritano esperaba, los salmones no sabían ke era ese objeto tan peculiar ke se retorcía en su territorio. No sabían ke hacer ni ke estaba pasando; uno a uno iban a investigar y uno a uno iban desapareciendo. Cuando le tocó el turno de investigar a Yorick, primero se acercó con cautela, despacio empezó a nadar alrededor del agresor y lo estuvo observando cada vez más y más cerca. Como era tanta su curiosidad por akel ser extraño, quiso morderlo para conocer algo más de él, pero inmediatamente se percató ke había sido un enorme error, pues sus mandíbulas jamás pudo liberar.

Yorick comenzó a rebelarse, luchó con todas sus fuerzas durante una hora; nadó de izquierda a derecha, de arriba a abajo, retrocedía y al mismo tiempo agitaba su cuerpo. Sin embargo, al final no pudo más, estaba exhausto, no podía sikiera mover su aleta una vez más. Esta batalla la había ganado el puritano y su decisión, así ke lentamente Yorick fue jalado hacia la superficie, ya no ponía resistencia.

Una vez estando afuera, vió a los otros salmones desaparecidos; brincaban de un lado a otro buscando llegar al agua, pero todo esfuerzo era en vano. Desesperado por akella tormentosa y cruel visión, empezó a generar sonidos ke fueron tomando tono y forma hasta convertirse en palabras. Pero el puritano estaba tan osecado imaginándose un opíparo festín de salmones ke no escuchaba al salmon; de repente, volvió de su sueño, bajó la mirada, frunció el ceño y abrió la boca mientras se aceleraba su respiración y palpitar. En un lenguaje claro entendió lo ke Yorick le decía y tuvo una majestuosa revelación; Yorick le propuso una oferta ke no podía rechazar: si liberaba a todos los salmones y los cuidaba para ke nadie más los lastimara, entonces Yorick haría del puritano arisco la persona más feliz del mundo.

Ahora, Yorick y el puritano son personalidades del espectáculo y de los negocios, viven trankilamente en una casa acogedora pero elegante aledaña al Lago de Chapala, donde se encuentra ubicada la orfandad para los cardúmenes de salmones, A.C. y suelen ser vistos paseando por las calles de Chapala y su ribera todos los días al atardecer.